En el panorama actual, las amenazas y vulnerabilidades en empresas representan un riesgo real para la continuidad del negocio. Desde ataques cibernéticos sofisticados hasta errores humanos y fallos de software, estos incidentes pueden comprometer la confidencialidad, integridad y disponibilidad de los datos. Identificar estos riesgos, aplicar buenas prácticas de seguridad y adoptar soluciones que fortalezcan la infraestructura tecnológica son pasos clave para proteger la información y mejorar la eficiencia operativa.
A continuación, te presentamos las 10 amenazas y vulnerabilidades más comunes y cómo prevenirlas o mitigarlas, tanto desde el enfoque técnico como estratégico.
1. Spam
Es un correo electrónico masivo no solicitado que suele inundar las bandejas de entrada. Aunque muchas veces es solo publicidad indeseada, el spam puede servir de vehículo para phishing o malware.
¿Cómo prevenir o mitigar el spam?
Implementar filtros antispam y un buen cortafuegos de red ayuda a filtrar tráfico malicioso y reducir el spam. Además, es clave mantener concientizados a los empleados para que no interactúen con mensajes sospechosos, es una capa extra de protección.

2. Phishing
Suplantación de identidad (por ejemplo, un correo que aparenta ser de un banco) con el fin de engañar al usuario y que revele sus credenciales u otra información privada. Es una de las tácticas más utilizadas por los atacantes.
¿Cómo prevenir o mitigar el phishing?
La formación y conciencia del personal es clave. Se estima que el 90 % de los ciberataques exitosos comienzan con un correo de phishing. Por lo que capacitar a los empleados para detectar señales de phishing resulta crítico. Además, utilizar gateways de seguridad de correo electrónico y habilitar autenticación de múltiples factores en las cuentas dificulta que un ataque de phishing tenga éxito.
3. Malware o software malicioso
Programa o código maligno que infecta un sistema (computadora, servidor o dispositivo móvil) y compromete su funcionamiento. Incluye virus, ransomware, troyanos, spyware, entre otros. Un ejemplo es un equipo infectado con un rootkit que otorga control oculto al atacante.
¿Cómo prevenir o mitigar el malware?
Utilizar antivirus actualizados es fundamental, ya que estos programas detectan y eliminan software malicioso. Complementariamente, mantener los sistemas operativos y aplicaciones al día con los últimos parches de seguridad reduce la posibilidad de infección. También es prudente restringir la instalación de software no autorizado y contar con un firewall para bloquear accesos no deseados.
4. Escaneo de redes
Actividad en la que un atacante envía peticiones a sistemas de la red para descubrir posibles debilidades o puertos abiertos. Por ejemplo, pueden enviar solicitudes tipo DNS, ICMP, SMTP o hacer escaneos de puertos buscando servicios vulnerables.
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¿Cómo prevenir o mitigar el escaneo de redes?
Una medida efectiva es desplegar sistemas de detección y prevención de intrusos (IDS/IPS), los cuales monitorizan la red en busca de actividades sospechosas y pueden bloquear escaneos maliciosos. Adicionalmente, conviene limitar la información que expone la red (ej., ocultar o cerrar puertos innecesarios) y segmentar la red para contener posibles exploraciones a una zona reducida.
5. Análisis de paquetes o sniffing
Observación y captura del tráfico que circula por la red. Mediante esta técnica, un atacante puede espiar comunicaciones para obtener información sensible (como contraseñas o datos personales) si los datos viajan sin cifrar.

¿Cómo prevenir o mitigar el análisis de paquetes?
La mejor defensa es el cifrado de las comunicaciones. Utilizar protocolos seguros (HTTPS, TLS, VPN) asegura que, aunque alguien intercepte los paquetes, no pueda leer su contenido. También es importante usar redes cableadas o Wi-Fi seguras y educar a los empleados para que eviten conexiones en redes abiertas sin protección.
6. Ataque de fuerza bruta
Técnica en la que se realizan múltiples intentos automáticos o semiautomáticos de adivinar contraseñas o claves de acceso hasta dar con la correcta. Los atacantes prueban combinaciones masivas de contraseñas, explotando contraseñas débiles o repetidas.
¿Cómo prevenir o mitigar el ataque de fuerza bruta?
Implementar políticas de contraseñas robustas (ej. longitud mínima, complejidad y cambios periódicos) y almacenar las credenciales de forma segura ayuda a resistir estos ataques. Es muy recomendable el uso de gestores de contraseñas para que los usuarios tengan claves únicas y fuertes. Además, habilitar la autenticación multifactor añade una capa adicional, incluso si una contraseña es descubierta, el atacante necesitará un segundo factor para acceder. Por último, configurar bloqueos temporales después de varios intentos fallidos puede frenar los intentos de fuerza bruta.
7. Compromiso de cuenta con privilegios
Ocurre cuando un atacante logra acceder a una cuenta de usuario con privilegios elevados (por ejemplo, una cuenta de administrador) y toma control de ella. Con una cuenta privilegiada comprometida, el atacante podría realizar acciones críticas en el sistema, desde exfiltrar grandes volúmenes de datos hasta desactivar medidas de seguridad.
¿Cómo prevenir o mitigar el compromiso de cuenta con privilegios?
Limitar estrictamente el número de cuentas con altos privilegios y aplicar el principio de mínimo privilegio. Este principio establece que cada usuario o sistema tenga solo los accesos indispensables para su función, reduciendo el daño potencial si la cuenta es comprometida. También se debe monitorear de cerca el uso de las cuentas administrativas (registro de auditoría) y asegurar la protección adicional de estas (por ejemplo, con autenticación multifactor y alertas ante actividades inusuales). Cabe destacar que muchas brechas de seguridad involucran abuso de privilegios legítimos, por lo que esta es un área de enfoque crítica en seguridad empresarial.
8. Compromiso de aplicaciones
Explotación de vulnerabilidades de software en una aplicación para lograr que un atacante la comprometa. Un ejemplo común es la inyección SQL, donde una aplicación web mal programada permite a un atacante manipular las consultas a la base de datos para extraer o destruir información.
¿Cómo prevenir o mitigar el compromiso de aplicaciones?
Adoptar prácticas de desarrollo seguro de software de extremo a extremo. Implementar un ciclo de vida de desarrollo de software seguro (SSDLC), incorporando revisiones de código, pruebas de penetración y análisis de vulnerabilidades en cada fase. Esto ayuda a identificar y subsanar fallos antes de que lleguen a producción. Asimismo, mantener las aplicaciones actualizadas con parches de seguridad) y utilizar firewalls de aplicaciones web (WAF) puede bloquear intentos de explotación conocidos.
9. DoS (Denegación de Servicio)
Ataque cibernético en el que un atacante intenta inhabilitar un sistema o servicio, sobrecargándolo con un volumen masivo de tráfico o solicitudes maliciosas. El objetivo es que los usuarios legítimos no puedan acceder al servicio. Por ejemplo, enviar miles de peticiones por segundo a una aplicación web hasta interrumpir o ralentizar su funcionamiento.
¿Cómo prevenir o mitigar la DoS?
Diseñar la infraestructura con resiliencia. Esto incluye usar balanceadores de carga y disponer de capacidad adicional para absorber picos de tráfico. También se pueden configurar filtros en el firewall para descartar tráfico malicioso conocido. Contar con servicios en la nube escalables o especializados en mitigación de DoS ayuda a mantener la disponibilidad. Un plan de respuesta a incidentes debe contemplar qué hacer ante una saturación repentina del servicio, para reaccionar con rapidez y minimizar el impacto.

10. DDoS (Denegación de Servicio Distribuida)
Variante más potente del DoS, donde el ataque proviene simultáneamente de múltiples sistemas comprometidos (ej.: una botnet) coordinados para enviar enormes cantidades de tráfico al objetivo. Al distribuirse el ataque entre muchas fuentes, resulta más difícil de contener. Algunos ejemplos de DDoS incluyen inundaciones de paquetes SYN o ataques de amplificación usando servicios abiertos en internet.
¿Cómo prevenir o mitigar el DDoS?
Además de las medidas contra DoS simples, las empresas deberían considerar servicios de protección anti-DDoS provistos por terceros (por ejemplo, redes de distribución de contenido/CDN con filtrado de ataques). Estos servicios detectan tráficos anómalos a gran escala y los bloquean antes de que lleguen a la red de la empresa. También es útil tener redundancia geográfica: si un centro de datos es atacado, poder conmutar a otro. Realizar pruebas periódicas de respuesta a DDoS (simulaciones controladas) puede preparar al equipo para reaccionar efectivamente en caso real.
Hacia una cultura de seguridad proactiva
Conocer estas amenazas y vulnerabilidades comunes es el primer paso para proteger su empresa. Tanto los líderes técnicos como los ejecutivos de negocio deben trabajar juntos en la toma de decisiones informadas que fortalezcan la postura de seguridad de la organización. Las medidas de prevención y mitigación mencionadas, desde tecnología hasta procesos y capacitación, forman parte de una estrategia integral para reducir riesgos.
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